Escuela en clave pastoral

Escuela en clave pastoral

La tarea a la que todos los actores escolares son convocados, directivos, docentes, auxiliares, alumnos, ex alumnos, familias, religiosos y laicos, es la realización, mediante la acción educativa, de la síntesis fe-vida-cultura. Para ello, la escuela mercedaria construye comunidades de creyentes que se encuentran en torno a los saberes culturales socialmente significativos, para su recreación crítica a la luz de la fe, buscando la conversión personal y grupal en un proceso que se inscribe en la evangelización de la cultura y en la inculturación del evangelio.

Se trata de sostener y de crear una escuela que evangelice, una escuela en clave pastoral, una escuela que anuncie a Jesucristo como Buena Noticia:

  • Por su ambiente, evangelización de la vida cotidiana,
  • En sus objetivos académicos, su proyecto curricular, sus modelos didácticos, evangelización del currículum;
  • En sus esquemas organizativos, de participación, comunicación y en las relaciones que establecen con el entorno, evangelización en clave misionera, educación a la solidaridad, la paz y la justicia,
  • En los espacios explícitos de educación en la fe, celebraciones litúrgicas y Misas, encuentros y retiros, misiones de anuncio, catequesis y enseñanza religiosa,
  • En la oportunidad de participar en experiencias asociativas de la Orden, de movimientos eclesiales y de la Iglesia local.

Frente a la cautividad del aislamiento y la separación, una escuela en clave pastoral trabaja por la creación de espacios de comunicación personal, de confianza y acogida, donde todos sus miembros puedan ser: más humanos, más creyentes, más abiertos a la gratuidad del amor del Padre y más felices.

María, Madre del diálogo y Maestra de oración, invita a la comunidad a ser espacio celebrativo de la Vida.

La opción por una escuela en pastoral significa una tarea que debe entenderse:

  1. En forma integral : Toda la escuela y su actividad educativa es lugar de encuentro de la persona y su cultura con la salvación. La educación tiene como función la transmisión crítica de la cultura promoviendo el encuentro del educando con ella, capacitándolo para su inserción vital, consciente y recreadora en el mundo, colaborando para que discierna con sinceridad el sentido de lo humano y reconozca como verdadera cultura humanizadora, la que condice con la dignidad humana y la promueve. El objetivo de toda educación genuina es el de humanizar y personalizar al hombre, orientándolo hacia su fin último, que trasciende su propia finitud. En realidad, la clave de la educación radica en lograr que el educando perciba los valores como respuesta a sus aspiraciones profundas, a sus ansias de vida, de verdad, de bien y de belleza, como camino de su inquietud de llegar a ser.
  2. Con apertura: Desde los anhelos y sufrimientos de los varones y mujeres y desde las realidades y valores de la cultura.
  3. Crítica: Posicionada en el Evangelio, la comunidad interpreta las situaciones que vive y la situación social para discernir su propia actuación.
  4. Creativa: Para diseñar un currículo que dé cuenta de la unidad de vida que se deriva de la encarnación redentora y permita los aprendizajes necesarios para el crecimiento de todos los miembros de la comunidad.
  5. Activa: Los aprendizajes, sobre todo los que son más transformadores, son realizados en un círculo de acción-reflexión-acción.
  6. Orgánica: Insertada en la Iglesia Diocesana y en la Pastoral Orgánica Mercedaria.
  7. Comprometida: Desde el ambiente del aula al lugar donde está inserta en una presencia misionera y en acciones explícitas por la paz, la solidaridad y la justicia.
  8. Transformadora: Hacia adentro y hacia fuera, la escuela busca el cambio de criterios y de estructuras y está llamada a hacerlo sostenida en el tiempo y con proyección futura.
  9. Comunitaria: Planificar la escuela en pastoral diseñando proyectos curriculares y conducir actividades, son tareas de todos los que participan de la vida escolar.

El acompañamiento de los procesos educativos, la participación en ellos de los padres de familia, y la formación de docentes, son tareas prioritarias de la pastoral educativa.

Una escuela en pastoral es una escuela planificada

“La acción pastoral planificada es la respuesta específica de la evangelización. Deberá realizarse en un proceso de participación en todos los niveles de las comunidades y personas interesadas, educándolas en la metodología del análisis de la realidad a partir del Evangelio, la opción por los objetivos y los medios más aptos y su uso más racional para la acción evangelizadora”.

En esta planificación hay un reconocimiento de la diversidad y el pluralismo como una oportunidad pastoral, es decir, una ocasión en la que se descubre una invitación de Dios para la salvación de todos y no como un escollo, como algo que debe ser removido para poder evangelizar.

En consecuencia, se reconoce en el interior de la escuela la diversidad de los destinatarios de la evangelización y las diferencias de sus procesos.

Por eso, es una escuela que mira a todos los núcleos que la conforman, a todos los integrantes de los núcleos y a la persona como una unidad. Así organiza actividades muy diversificadas: individuales, grupales y masivas; obligatorias y optativas; explícita e implícitamente evangelizadoras. Estas son concebidas como espacios curriculares o extracurriculares diversificados u opcionales.

En estas actividades destinadas a los integrantes de la comunidad en su diversidad, las experiencias previas y actuales de cada persona son comprendidas como punto de partida; más aún, como preparación evangélica, como pedagogía de la Providencia que los ha traído hasta este encuentro con el Evangelio en la escuela.

 

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